Los clientes nos llamaron para realizar el proyecto de un nuevo restaurante de comida japonesa. El lugar había sido una marisquería anteriormente, sin embargo la distribución de las áreas no era la más óptima para su uso, por lo que se decidió demoler muros internos y dejar un espacio completamente limpio para replantear la planta arquitectónica.
El recorrido es parte esencial del proyecto. En el exterior, los muros están completamente cubiertos de vegetación que van acorde a la idea de que generar un lugar acogedor. Al entrar, se desciende un nivel para llegar a una sala de recibimiento, con recubrimientos y mobiliario de madera, y una chimenea que evoca calidez. Al cruzar la puerta entre ésta área y la de los comensales, la sorpresa es un cambio contrastante de atmósfera.
En la zona de comensales, la composición de los colores es la sustancia del diseño. La iluminación es indirecta de distintos colores, generando diversos degradados. El esquema del color en el pasillo es de azules y violeta; y en el área de las mesas es más cálida con tonos amarillos. Este espacio, remata con una jardinera vertical, que también tiene un diseño paisajístico según el tono de las plantas.
El plafón tiene un diseño innovador, con un juego de cajillos de iluminación indirecta de carácter rectangular. Y en algunas micro atmósferas que colindan con los muros, el plafón tiene otros diseños. Elementos de madera con lámparas decorativas, o cubos de espejos fijos al plafón.
El proyecto se resuelve en una sola planta. El 40% de la superficie está destinado a los servicios. En la zona de las mesas hay diferentes micro atmósferas definidas por la iluminación y el mobiliario; sin embargo, es un espacio despejado de muros para dar a todos los comensales un ambiente de unidad.