Muy parecido a la mayoría de los edificios de viviendas en la Ciudad de México, la tarea de diseño es encontrar la solución para una vida cómoda en una zona urbana con alta densidad de población. La vivienda debe ser refugio, no sólo para proteger a los usuarios de las condiciones climáticas, si no también para crear tanto espacio como sea posible, así como proporcionar calidad de vida digna y agradable.

La demanda de vida ha hecho que se construyan más viviendas verticales, por lo que las condiciones de vida adecuadas como la iluminación natural, la ventilación o las amenidades, sean cada vez más difíciles de obtener. Porfirio Díaz es un proyecto de vivienda vertical que busca lograr esas cualidades y dignificar la calidad de vida de sus usuarios mediante un diseño óptimo y estético.

Emplazado en la esquina de una manzana, las fachadas del edificio tienen grandes ventanas para aprovechar la luz natural de ambos lados, pero los balcones cuentan con celosías aleatorias que ayudan a proteger el interior del departamento de la exposición solar. Éstas celosías, compuestas por elementos verticales de madera, son las que le dan identidad propia al edificio.