Cuando nos invitaron a participar en este proyecto, nos topamos con un terreno en un fraccionamiento residencial el cual colinda directamente con un campo de golf.

Al estudiar la zona nos percatamos que en su gran mayoría el diseño arquitectónico predominante del fraccionamiento respondía a “cajas” en un sinfín de variedades, enfatizando el ángulo de 90 grados.

Como respuesta al contexto descrito, nuestra estrategia se basó en permear el ambiente natural exterior hacia nuestro predio, en términos de incorporar la vegetación y las formas orgánicas y traducir estas en arquitectura.

La fachada se compone de una curva cóncava y convexa en alusión a los dos lagos de agua paralelos al terreno, la fachada es completamente de cristal traslucido, con el fin enmarcar y explotar al máximo las vistas de los departamentos hacia el exterior y que el usuario no pierda detalle alguno del imponente paisajismo natural.

Fotografía: Rafael Cortés Casas